PERMANENCIA CON CALIDAD, UN RETO PARA EL E-LEARNING.
La calidad
vista desde el enfoque académico, se puede identificar fácilmente a través del
análisis práctico de los parámetros que establece el Ministerio de Educación
Nacional en el registro calificado e-learning, en donde se verifica el
cumplimiento mínimo de factores de tipo técnico (Malbernat, 2009) que permita medir la capacidad tecnológica y
pedagógica de las plataformas.
Este desafío
crea un escenario propicio para desarrollar plataformas e-learning que
sustentan la educación a distancia, las cuales aparte de ser atractivas y
efectivas, deben cumplir también con unos parámetros mínimos de calidad.
Pero como lo argumentan
algunos autores sobre Indicadores de calidad de las plataformas educativas
digitales (Ardila 2011), el
componente de percepción de calidad del usuario que siempre será una fuente
importante para el análisis, pierde confiabilidad si no se ha realizado un
estudio previo del funcionamiento adecuado del curso y la plataforma, debido a
que consecuentemente debe existir una relación lógica entre la rigurosidad
conceptual y metodológica de la propuesta ofertada y el estado de satisfacción
del estudiante.
Para
determinar estos niveles de satisfacción, es necesario observar desde otras
perspectivas, cuáles son los retos que deben afrontar las personas que
interactúan con las plataformas e-learning, con el objetivo de establecer
pautas que permitan satisfacer las expectativas de los usuarios y de la
comunidad académica.
Dentro de los desafíos más
importantes se encuentra el denominado burnout (mortalidad académica), lo cual
se ha convertido en una de las problemáticas que ha sido referenciada por los
académicos como un factor trascendental para tener en cuenta dentro de los
procesos de enseñanza – aprendizaje, así como, un punto determinante para
comprender la calidad integral de los programas. (Rodríguez, 2011)